Hoy decidí dejar de envíar correos con adjuntos a mis panas y a los conocidos y a los que no lo son tanto... Hoy, después de un largo tiempo de hacerlo, y de posponer mis desazones a este espacio del mundo que llaman blog, me dejé de pendejadas y le voy a echar pichón...
La "palabra implacable", como lo bauticé, no es más que un intento de rayar en mi conciencia y en la de las personas que osen leerlo, lo importante del rescate de la palabra en nuestros tiempos, pero también lo terrible en lo que podemos convertirla: en la sociedad; en la política; en la vida; en la familia...