La palabra enredada en los surcos de una habitación clara; apacible y hasta sensata, siempre será implacable...
Implacable en lo citadino, en la política y en el amor....
A ella le va este tapujo: a ver si se demora; a ver si se apacigua; a ver si se desvanece en la leve persistencia de nuestra memoria...
El juego está por terminar y Antonio caerá derrotado si se equivoca. El bateador lo reta y antes de tirar la bola, mira por encima de su hombro izquierdo; del derecho; al frente. El zancudo dio en el parpado y el lanzamiento fue aplaudido.