Las comunicaciones en el mundo están
sufriendo un fuerte catarro. Y es que si a un país del “primer mundo”, le da
por estornudar, al resto, nos da por morirnos de pulmonía. Y ni siquiera quiero
intentar entender lo que significa “primer mundo”, porque puedo terminar
infartado de la contradicción que eso supone, ante los desmanes que a diario
comete ese mundo en nombre de la libertad; esa “libertad que mata”... Y sí, eso
puede sonar a un “lugar común”, o a un “cliché con queso rallado”, pero lo que
vivimos en estos tiempos con las redes sociales y la “instantaneidad” de la
noticia, da vértigo, da terror, y da ganas de salir corriendo...
Hace
poco, mi hija de 15 años, me envió un documental para verlo en YouTube. Se
llamaba “Kony 2012”. Ése video tiene todas las señas de un montaje al estilo de
la película “Wag the Dog” de Barry Levinson con Dustin Hoffman y Robert De
Niro. En este film, Levinson logra cubrir con un “trapo rojo” una noticia que
puede hacer sucumbir al poder omnipotente de un Presidente de Estados Unidos ante
una flaqueza sexual. En él, inventan historias, personajes que no existen,
situaciones que no ocurrieron y un sinfín de momentos que sólo obnubilan al
espectador hasta el punto de creer que lo que allí sucede, realmente ocurrió.
Vaya sorpresa al chocar contra la pared de la verdad; esa que sólo se descubre
al ver las costuras de la mentira hecha imagen...
¡He
allí la clave!.. ¿Cómo ver las costuras de la mentira?...
En
“Kony 2012”, sólo veo “falsedades” y “oportunidades de negocio”. En este
manifiesto oficial al engaño, se levanta una historia “Africana” de alguien que
jamás se ve y que nunca es formalmente acusado por nadie ——de absolutamente
nada——, más que por aquellos que deciden exponerlo ante el mundo como un “gran
monstruo” en imágenes y movimiento. Todos los “personajes” son especialmente
colocados para “mover sentimientos” y no permitir ir más allá del meollo de lo
ocurrido.
He
allí el engaño... He allí la falsedad oficial de un Director-Productor que es
bien conocido por sus torcidas prácticas. He allí lo propicio de un video que
genera una matriz de opinión positiva del “primer mundo” en apoyo al “tercer
mundo”. De “artistas” que en nombre de los niños, ponen sobre el tapete, una
vulgar manipulación de “hombres buenos” sobre “hombres malos”. Y ni siquiera
quiero intentar explicar lo que significa “tercer mundo”, porque tendría que
estacionar mi mirada en las millones de personas de África que mueren de sed y de
hambre sin que el “primer mundo” haga nada al respecto. Y es que entender la
historia de Uganda o de Libia o de África entera, está muy lejos de nosotros. He
allí la mayor contradicción... He allí mi mayor tropiezo...
Ahora
bien, como tropezando siempre se logran cosas, quiero traer el barco a costa
criolla y atreverme a sopesar lo que ocurre en nuestro país con los rumores de
la salud del Presidente Chávez. En mi opinión: He allí todo un desatino... Y
quiero dejar de un lado todos los titulares e inclusive artículos de opinión
que al respecto, se han escrito. Quiero enfocar las baterías al análisis de las
redes sociales y a los rumores que en medio del desconocimiento, generan todo
tipo de aventuras y toda una locura colectiva que definitivamente, hay que
detener...
“Además de los naturales
dolores de un cáncer que sigue avanzando y que, por ahora, no se detiene, al
paciente le tocó recibir, con todos los detalles y prognosis incluida, el
informe más determinante de las dolencias que sufre”...
Este
párrafo “entrecomillado” apareció en un diario Caraqueño que suele ser
distribuido por el país... ¡Vaya desparpajo no!... ¡Se trata de un ser humano!... ¡No se pasen!...
Si
bien es cierto que es bastante desafortunada la información que sobre la salud
del Presidente se da a la población por los medios oficiales, y que eso
ingeniosamente da pie a cualquier elucubración, no es más que desdeñable la
manera inmisericorde y absurda ——e inclusive impune—— con la cual los medios la
difunden... ¡Si compasión!... ¡Sin reticencia!... ¡Sin tregua!...
Estoy
convencido que el Productor de “Wag the Dog” está en el país...
Estoy
convencido que a las “personas públicas”, les debe caer el peso de la ley por
las cosas que dicen en el pleno ejercicio de su libertad... Pero no aquella de
“decir lo que te da la gana” y “cuándo te da la gana” ——encubierta en la
libertad de expresión absoluta——.
Me
refiero al absurdo que se desata a diario en las redes sociales o en los
artículos de opinión. Éstos no pueden ser espacios de terror y desinformación...
La mordaza informativa tiene muchos matices y el libre albedrío que impunemente
se ve en nuestros diarios, debe ser controlado “por nosotros mismos”... Y lo
“entrecomillo” porque apruebo sin ninguna duda, que somos los ciudadanos los
que debemos ponerle coto a esos “extremos consabidos” y que solo le hacen un
gran daño a nuestra libertad de expresión...
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